Báltico, rescatado por científicos polacos de las gélidas aguas (Contiene vídeo)

El animal subió la semana pasada a bordo del barco del científico que lo salvó, esta vez como un tripulante más.


No se sabe con exactitud dónde empezó la odisea de Báltico, pero sí dónde y en manos de quién ha terminado. Según los cálculos de sus rescatadores polacos, el perro estuvo a la deriva en el mar durante cuatro días. El can apareció sobre un gran bloque de hielo en las frías aguas del Báltico. Por suerte para el animal, un buque se cruzó en su camino. La tripulación a bordo del «Baltica» reparó en el perro. «Al principio pensábamos que era una foca», aseguraron a los medios de comunicación locales.


«Pero descubrimos que era un perrillo –tenía patas, orejas y rabo– que intentaba no resbalar en las grietas del hielo», explicaron.


Los tripulantes, en su mayoría científicos, trabajan en el Instituto Oceanográfico de Gdynia (norte de Polonia) y estaban realizando una travesía de investigación en el mar Báltico cuando descubrieron al can.


Rápidamente, improvisaron un rescate con una lancha y subieron el perro a bordo. Lo secaron y calentaron. Al volver a tierra firme, buscaron a su dueño o al menos a algún adoptante. Algunos vecinos de la ciudad de Turonia narraron después que habían visto al animal jugando en las orillas del río Vístula. Otros lo vieron pasar sobre un pedazo de hielo desprendido por Grudziadz y, aunque los vecinos llamaron a los bomberos, no pudieron hacer nada por él. No queda claro dónde empezó su viaje pero, al menos, el animal recorrió unos cien kilómetros a lo largo del río y otros 25 km en mar abierto antes de ser salvado.


Uno de sus rescatadores, Adam Bucynski, reconoció a la televisión que «el perro no ladraba, estaba demasiado asustado». Las declaraciones las hizo el 25 de enero, Báltico ha debido derretir el corazón del científico, pues esta semana ha decidido adoptarle.

De hecho, el miércoles, el aventurero perro volvió a hacerse a la mar. Esta vez a bordo del «Báltica» y con un brillante chaleco salvavidas puesto «por si acaso». Según contó a Ap Ewa Baradziej-Krzyzankowska, portavoz del Instituto Gdynia, «la tripulación llevó pastillas antináuseas por si Báltico se mareaba». También indicó que los marineros tomaron todas las precauciones para que el viaje de Báltico sea lo más seguro y confortable posible. En cuanto a cómo responder a la llamada de la naturaleza durante los tres días de viaje, la portavoz aseguró que Báltico aprendió muy pronto que sólo puede usar una zona de cubierta que recibe manguerazos continuamente.


Báltico, que se llama así por el mar donde fue rescatado, tiene mucho miedo al agua. La semana pasada se resistió a que le bañaran. «Tenían que quitarle toda la sal que tenía en el pelo», explica Baradeziej-Krzyzankowska, por lo que Bucynski lo cogió en brazos y se lo llevó a la ducha. «Se ducharon juntos», asegura. «Esto ha aumentado la confianza del perro».